No soy Einstein, ni Van Gogh, ni Ferbantes, ni Platón; no tengo en mis venas sangre azul, no soy ningún dios. Y si me haces mil preguntas, no sabría responder, sólo sé que yo era ciego y ahora puedo ver.
No sé nada de la bolsa, no soy un cerebro gris, nunca fui a la Casa Blanca, la verdad no sé si quiero ir. No poseo grandes sumas que pudiera ofrecer, sólo sé que yo era ciego y ahora puedo ver.
Y una cosa es respirar y otra es ver la luz, y hoy te miro y ahora sé que no han nadie como tú. Yo sin nada que ofrecer, tú me viste a mí, sin dinero, sin sombrero y me hiciste feliz.
Y tu amor es un dilema que jamás descifraré, sólo sé que yo era ciego y ahora puedo ver.
Mi vida ha cambiado y es que ya no soy el mismo de ayer, y el que no lo vive, no lo pude entender. No hay un sólo día que no te agradezca esta libertad, digan lo que digan los demás.
Y una cosa es respirar y otra es ver la luz, y hoy te miro y ahora sé que no han nadie como tú. Yo sin nada que ofrecer, tú me viste a mí, sin dinero, sin sombrero y me hiciste feliz.
No conozco a Leo Messi, ni a Nadal, ni a Federer solo sé que yo era ciego y ahora puedo ver.