Siendo el mismo Dios de una mujer fuiste a nacer. Creciste aquí como yo. Soportaste aflicción y también la separación Misterioso eres Tú: hombre y Dios.
Hace tiempo ya colgaste de aquel madero, sentiste en Tu piel el dolor. Burlas y humillación soportaste por compasión. Nunca lo entenderé, cuánto amor. Nunca lo entenderé, cuánto amor.
Renunciaste a la gloria celestial y bajaste hasta aquí por mí. Incomprensible, inagotable amor. Renunciaste a la gloria celestial y bajaste hasta aquí por mí. Incomprensible, inagotable amor.
Yo te ofrezco mis días, oh Jesús dame vida. Quiero darte el corazón. Eres Tú mi alegría, sólo en Tu compañía yo encuentro paz y amor.
Renunciaste a la gloria celestial y bajaste hasta aquí por mí. Incomprensible, inagotable amor. Hoy alabo Tu nombre mi Señor, Toda mi adoración para Ti mi Salvador y Redentor.
